1. Contraseñas: Haz
una contraseña buena y larga, utilizando mayúsculas, minúsculas,
números y signos. Una genial manera de hacer una contraseña, es poner en
siglas una frase que nos guste, como por ejemplo: “Mi Cumpleaños Es El
19 De Noviembre” = MCEL19DN.
3. Correo diferente:
Linkea tu cuenta de twitter con una cuenta de correo electrónico que
casi no tenga que ver con tu usuario. Por ejemplo, si en twitter eres
@Culturizando, asociarla a culturizando@gmail.com sería muy obvio. No
olvides colocarle una clave diferente de la que tienes en twitter.
4. Pregunta secreta de correo:
Al pulsar la opción de “olvidé mi contraseña”, cualquier persona puede
modificarla, luego de contestar tu pregunta secreta. Muchos servidores
de email permiten redactar tu propia pregunta, coloca unas que sólo tú
sepas, y sean difíciles de adivinar. “Número de viajero frecuente?” o
“Marca de las bocinas de mi computadora?”, pueden ser buenas
alternativas. Otra forma es contestar las preguntas con cosas que no
tengan que ver, como responder a “Año de su nacimiento?”, con “Ser o no
ser”.
5. Recuperación en email:
Coloca correos electrónicos de servidores poco conocidos y con un
nombre diferente al que ya posees, para recuperar tu contraseña, en caso
de olvidarla. AOL es un buen servidor para ello. Al tener una cuenta de
recuperación de contraseña que sea difícil de adivinar, es mucho más
complicado que personas ajenas accesen a ella, hackeen tu correo
linkeado a twitter, y luego puedan controlar tu usuario.
6. Mantenla tuya: Nunca
compartas tu clave de twitter o correo electrónico con nadie, ni la
guardes si visitas un ciber café. Es mejor escribir una clave mil veces,
y evitar un hackeo, a pulsar la opción de “recordar contraseña” en una o
varias computadoras.
Si
ya has sido víctima de un hackeo, intenta recuperar tu correo
electrónico en primera instancia, contestando a la pregunta secreta, o
enviando la restitución de contraseña a tu correo de recuperación.
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